Remóntemonos a aquellos maravillosos años 70 y 80 del siglo pasado (sí, ya se pasó hace tiempo) Cuando la ¿civilización? transportaba sus más preciados datos no en diminutas memorias usb, ni en brillantes discos compactos como Blu-Ray, DVD o CD ¡NO! Las gentes de la época andaban orgullosas y con la cabeza bien alta llevando bajo el brazo sus costosísimos e innovadores discos flexibles (floppy disk en inglés, por si a alguno le suena lo de floppy) Debo reseñar que yo aún no había nacido cuando estas virguerías de la tecnología aparecieron, estoy hablando, como no, de los "pequeños" disquetes de 8 pulgadas. Para el que no lo tenga muy claro, la medida indicaba la longitud de una cara del disco, ya que eran cuadrados, por lo que 8 pulgadas equivalen a algo más de 20 centímetros de nada. Pero lo mejor no era su reducido tamaño, sino su gran capacidad, allá por el año 1973 apareció el modelo de 256 kB, es decir, 4096 veces menos que un insignificante gigabyte actual.
Ya se sabe que el mundo de la informática no descansa y para el año 1976, el mundo se asombró ante una nueva maravilla: el disquete de 5 pulgadas... y cuarto (13 centímetros y pico) Era increíblemente pequeño, ciencia ficción, y además alcanzaba los 360 kB (2912 veces menos que un giga) La estética era exactamente la misma que la del disquete anterior, pero 7 cm menos de ancho, son 7 cm menos, ¡qué caray!
Corría el año 1984, yo veía Barrio Sésamo mientras me merendaba un bocadillo de Nocilla, cuando las mentes pensantes del mundo volvieron a ponerlo todo patas arriba presentando la versión de alta densidad de su disquete, alcanzando así los 1200 kB, toda una proeza (874 veces menos que el giga este famoso) Ese mismo año aparecieron los nuevos disquetes flexibles de 3 y 3,5 pulgadas, aunque su carcasa externa era rígida, los primeros eran utilizados por Amstrad y a pesar de su diminuto tamaño (7,6 cm) albergaban en su interior hasta 720 kB (1456 veces menos que nuestro giga) Los modelos de 3,5 pulgadas fueron los más vendidos y se convirtieron en dueños y señores de la informática durante años, sobreviviendo incluso al CD-ROM para el traspaso de pequeños documentos. Estos discos de menos de 9 cm comenzaron su andadura con la denominación DD (Doble Densidad) y 720 kB de capacidad para alcanzar en el año 1987 los 1440 kB (728 veces menos que un gigabyte) bajo el nombre de HD (Alta Densidad) Los más mañosos, como era mi caso, nos dedicábamos a hacerle un agujerito a los discos DD para convertirlos en HD y así conseguir el doble de capacidad, aunque jugar a médicos con los disquetes a veces tenía consecuencias funestas para algunos de los pacientes.
Y así nos lo pasábamos bomba con nuestros juegos e incluso todo el sistema operativo metido en un solo disco. Por cierto, imaginad la de memoria que podríamos tener en este pedazo disquete que he encontrado por ahí navegando (el disco es real, de hace ya añitos, pero real)
Ya se sabe que el mundo de la informática no descansa y para el año 1976, el mundo se asombró ante una nueva maravilla: el disquete de 5 pulgadas... y cuarto (13 centímetros y pico) Era increíblemente pequeño, ciencia ficción, y además alcanzaba los 360 kB (2912 veces menos que un giga) La estética era exactamente la misma que la del disquete anterior, pero 7 cm menos de ancho, son 7 cm menos, ¡qué caray!
Corría el año 1984, yo veía Barrio Sésamo mientras me merendaba un bocadillo de Nocilla, cuando las mentes pensantes del mundo volvieron a ponerlo todo patas arriba presentando la versión de alta densidad de su disquete, alcanzando así los 1200 kB, toda una proeza (874 veces menos que el giga este famoso) Ese mismo año aparecieron los nuevos disquetes flexibles de 3 y 3,5 pulgadas, aunque su carcasa externa era rígida, los primeros eran utilizados por Amstrad y a pesar de su diminuto tamaño (7,6 cm) albergaban en su interior hasta 720 kB (1456 veces menos que nuestro giga) Los modelos de 3,5 pulgadas fueron los más vendidos y se convirtieron en dueños y señores de la informática durante años, sobreviviendo incluso al CD-ROM para el traspaso de pequeños documentos. Estos discos de menos de 9 cm comenzaron su andadura con la denominación DD (Doble Densidad) y 720 kB de capacidad para alcanzar en el año 1987 los 1440 kB (728 veces menos que un gigabyte) bajo el nombre de HD (Alta Densidad) Los más mañosos, como era mi caso, nos dedicábamos a hacerle un agujerito a los discos DD para convertirlos en HD y así conseguir el doble de capacidad, aunque jugar a médicos con los disquetes a veces tenía consecuencias funestas para algunos de los pacientes.
Y así nos lo pasábamos bomba con nuestros juegos e incluso todo el sistema operativo metido en un solo disco. Por cierto, imaginad la de memoria que podríamos tener en este pedazo disquete que he encontrado por ahí navegando (el disco es real, de hace ya añitos, pero real)
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